En el mundo del cine, cada vez son más las películas que se alejan de la fantasía y se acercan a la realidad. Historias basadas en hechos reales, documentales que retratan la vida cotidiana y películas que buscan plasmar la verdad de una manera cruda y sin filtros. Sin embargo, ¿qué es realmente lo real en el cine? ¿Cómo podemos percibirlo y qué impacto tiene en nosotros como espectadores?
Estas preguntas son las que Edgardo Gutiérrez, en su obra “Cine y percepción de lo real” (Prometeo Editorial), nos invita a explorar y analizar en profundidad. Con una prosa amena y reflexivo, Gutiérrez nos lleva en un viaje a través de la historia del cine y su relación con la realidad, cuestionando lo que entendemos como real en una película y cómo esta percepción puede influir en nuestra forma de ver el mundo.
Una de las ideas más interesantes que propone Gutiérrez es que el cine no es simplemente una representación de la realidad, sino que es una construcción de la misma. A través de la selección de escenas, la manipulación de la luz y el sonido, y la elección de los actores y el guion, el director crea su propia versión de la realidad. Y es aquí donde reside la magia del cine, en su capacidad de crear una ilusión que nos hace creer que lo que estamos viendo es verdad.
Sin embargo, esta ilusión también puede ser peligrosa. En la era de la posverdad, donde la línea entre lo real y lo ficticio se vuelve cada vez más borrosa, es importante cuestionar lo que vemos en la pantalla y no tomarlo como una verdad absoluta. Gutiérrez nos invita a ser espectadores críticos, a analizar y reflexionar sobre lo que se nos presenta en la pantalla y a no dejarnos llevar por la emoción del momento.
Otra reflexión interesante que plantea Gutiérrez es la relación entre el cine y la percepción del tiempo. A través de la edición, el cine puede acelerar o ralentizar el tiempo, creando una experiencia diferente para el espectador. Y esto no solo se limita a la duración de la película, sino también a la forma en que percibimos el tiempo en la vida real. El cine puede hacernos conscientes de la fugacidad de los momentos y de cómo el tiempo puede ser manipulado para crear diferentes emociones en nosotros.
Pero más allá de estas reflexiones filosóficas, Gutiérrez también nos invita a analizar cómo el cine puede ser una herramienta para retener y comprender mejor la realidad. A través de documentales y películas basadas en hechos reales, podemos acercarnos a historias que de otra manera no tendríamos acceso, y así ampliar nuestro conocimiento y empatía hacia otras personas y realidades.
La obra de Gutiérrez también aborda el impacto emocional que el cine puede tener en nosotros. A través de la identificación con personajes y situaciones, el cine nos permite conectarnos con nuestras propias emociones y reflexionar sobre nuestra propia vida. hasta puede ser una forma de terapia, al permitirnos ver nuestras propias experiencias reflejadas en la pantalla y encontrar consuelo o respuestas en ellas.
En resumen, “Cine y percepción de lo real” es una obra que invita a una reflexión profunda y necesaria sobre el cine y su relación con la realidad. Gutiérrez nos hace cuestionar nuestras propias percepciones y nos invita a ser espectadores más críticos y conscientes. Sin duda, un libro que todo amante del cine debería leer y que nos invita a apreciar aún más el arte cinematográfico en todas sus dimensiones.