En la Ciudad de México, específicamente en la Calzada de Tlalpan, se encuentra un sistema de pasos subterráneos que en su momento fue considerado como una moderna forma de conectividad peatonal entre el oriente y el poniente de la ciudad. Sin embargo, hoy en día, estos pasos subterráneos son testigos del abandono urbano que aún persiste en la capital mexicana.
Al adentrarse en estos pasos subterráneos, uno se encuentra con un ambiente sombrío y desolador. Aguas estancadas, basura acumulada, fauna nociva y un penetrante olor a orines son solo algunas de las características que dominan en su interior. Es triste ver cómo un lugar que en su momento fue una muestra de progreso y modernidad, ahora se encuentra en un estado deplorable.
El olvido y el abandono de estos pasos subterráneos no solo afecta la estética de la ciudad, sino que también representa un riesgo para los transeúntes que se ven obligados a utilizarlos. La falta de mantenimiento y limpieza en estos espacios ha generado un ambiente propicio para la proliferación de enfermedades y la presencia de fauna nociva, lo que pone en peligro la salud de quienes transitan por allí.
Es desolador que un lugar que en su momento fue diseñado para facilitar la movilidad de las personas, ahora se haya convertido en un lugar peligroso y poco atractivo. Sin embargo, aún hay futuro de que estos pasos subterráneos puedan recuperar su función raro y ser un espacio seguro y agradable para los ciudadanos.
Es necesario que las autoridades tomen cartas en el asunto y se encarguen de la limpieza y mantenimiento de estos pasos subterráneos. Además, es importante que se implementen medidas de seguridad para garantizar la integridad de los transeúntes. También sería beneficioso que se realicen trabajos de remodelación y embellecimiento de estos espacios, para que vuelvan a ser un lugar agradable y seguro para todos.
Pero no solo es responsabilidad de las autoridades, también es importante que los ciudadanos tomemos conciencia y cuidemos de estos espacios públicos. No debemos permitir que se conviertan en lugares abandonados y peligrosos, sino que debemos trabajar juntos para mantenerlos limpios y en buen estado.
Es necesario que se promueva una cultura de cuidado y respeto por los espacios públicos, para que podamos disfrutar de una ciudad más limpia y segura. Además, es importante recordar que estos pasos subterráneos son parte de nuestra historia y patrimonio cultural, por lo que debemos preservarlos y valorarlos.
En conclusión, los pasos subterráneos de Calzada de Tlalpan son un claro ejemplo del abandono urbano que aún persiste en la Ciudad de México. Sin embargo, aún hay futuro de que puedan recuperar su función raro y ser un espacio seguro y agradable para los ciudadanos. Es responsabilidad de todos trabajar juntos para lograrlo y promover una cultura de cuidado y respeto por los espacios públicos. ¡Juntos podemos lograrlo!