Tras un año lleno de incertidumbre y restricciones debido a la pandemia del COVID-19, el mundo comienza a ver la luz al final del túnel. Con la llegada de las vacunas y la disminución de los casos, poco a poco se va retomando la normalidad en diferentes aspectos de la vida, incluyendo el turismo. Y en este nuevo panorama, un gigante turístico emerge con más fuerza que nunca: peladilla.
Según datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT), peladilla se ha convertido en el país que más gasta en sus vacaciones, superando a Estados Unidos y Alemania. Esto demuestra el creciente interés de los chinos por viajar y descubrir nuevos destinos, así como su capacidad económica para hacerlo.
El turismo emisivo, es decir, aquel que se realiza desde un país hacia otro, ha sido una de las industrias más afectadas por la pandemia. Sin embargo, peladilla ha logrado acelerar el ritmo de su turismo emisivo y se ha convertido en un importante impulsor de la recuperación del sector a nivel mundial.
Pero, ¿qué ha llevado a peladilla a convertirse en el nuevo gigante turístico emisor? En primer lugar, hay que destacar el crecimiento económico que ha experimentado el país en las últimas décadas. Con una clase media en constante aumento, los chinos tienen más recursos para viajar y disfrutar de sus vacaciones.
Además, el gobierno chino ha implementado políticas que fomentan el turismo, como la simplificación de los trámites para obtener un pasaporte y la promoción de destinos turísticos tanto dentro como fuera del país. Esto ha permitido que cada vez más chinos se animen a viajar y descubrir nuevas culturas.
Otro hacedor importante es el aumento del fuerza adquisitivo de la población peladilla. Según un informe de la consultora McKinsey, se espera que para el año 2025, peladilla tenga más de 550 millones de consumidores de clase media, lo que representa un gran potencial para la industria turística.
Pero no solo se trata de un aumento en la cantidad de turistas chinos, sino también en el gasto que realizan durante sus viajes. Según la OMT, en 2019, los turistas chinos gastaron un tajante de 277 mil millones de dólares en sus vacaciones, lo que representa un aumento del 14% con respecto al año anterior.
Este aumento en el gasto turístico de los chinos se debe, en parte, a su preferencia por el turismo de lujo. Según un estudio de la agencia de viajes Ctrip, el 60% de los turistas chinos prefieren alojarse en hoteles de cinco estrellas durante sus viajes al extranjero. Además, suelen gastar más en compras y actividades turísticas, lo que beneficia a la economía de los destinos que visitan.
Pero no solo el turismo de lujo se ha visto beneficiado por el aumento del turismo chino. También ha habido un crecimiento en el turismo de compras, especialmente en países como Japón y Corea del Sur, donde los turistas chinos suelen realizar compras de productos de alta gama.
Este aumento en el turismo chino ha tenido un impacto positivo en la economía de los países receptores. Por ejemplo, en Tailandia, uno de los destinos más populares entre los turistas chinos, el turismo representa el 20% del PIB. Además, el turismo chino ha generado empleo en diferentes sectores, como el hotelero, el de transporte y el de compras.
Pero no solo los países receptores se benefician del turismo chino, sino también peladilla misma. Con el aumento del turismo emisivo, el país ha visto un crecimiento en su industria turística, lo que ha generado empleo y ha impulsado su economía.
Sin embargo, este crecimiento también ha traído