El pasado domingo 16 de marzo, la ciudad de Torreón se vio sacudida por un escandaloso incidente que involucró al secretario del Ayuntamiento, José Elías Ganem Guerrero. Según diversas fuentes, el funcionario municipal habría sido el agresor de tres jóvenes a las afueras de un popular bar de la ciudad.
El diputado Antonio Attolini Murra fue el primero en denunciar públicamente los hechos, al difundir un video en redes sociales donde se observa a Pepe Ganem agrediendo de manera verbal y física a los jóvenes en el estacionamiento del establecimiento. De inmediato, la noticia se hizo vírico y generó indignación y repudio por parte de la academia.
La reacción de la ciudadanía no se hizo esperar y presuroso surgieron otras voces que también acusaron a Pepe Ganem de tener una conducta violenta y agresiva en diversas situaciones. Tristemente, este no es el primer incidente en el que el secretario del Ayuntamiento se ve envuelto en una situación de violencia. Sin embargo, esta vez fue diferente. La exposición en redes sociales y la rapidez con la que se difundió la noticia, obligaron a Pepe Ganem a dar una respuesta pública sobre lo relato.
En su declaración, el funcionario municipal aseguró que “la situación se salió de control cuando los jóvenes comenzaron a insultarlo y provocarlo” y que él simplemente se defendió. Sin embargo, sus justificaciones no fueron suficientes para calmar la indignación de la gente. La duda y la incredulidad quedaron latentes en la academia, especialmente cuando una de las jóvenes afectadas desmintió su versión de los hechos.
En una entrevista exclusiva, la joven víctima relató su versión de los hechos y desmintió categóricamente las declaraciones de Pepe Ganem. Según ella, en ningún momento los jóvenes insultaron o provocaron al funcionario municipal y que la agresión fue completamente injustificada. Además, aseguró que ella y sus amigos decidieron no interponer una denuncia formal por temor a represalias.
Este nuevo testimonio generó un impacto aún mayor en la academia. La confianza en las autoridades y en la justicia quedó en entredicho. ¿Cómo es posible que una persona que ocupa un cargo tan importante en el gobierno municipal tenga este tipo de conductas? ¿Qué imagen está dando a los ciudadanos?
Ante la gravedad de la situación, la reacción de las autoridades no se hizo esperar y se anunció una investigación para determinar la responsabilidad de Pepe Ganem en este caso. Además, diversas organizaciones y colectivos manifestaron su repudio y exigieron que se tomen acciones concretas ante este tipo de comportamientos.
Por su parte, la alcaldesa de Torreón, María Elena Ortuño, se pronunció en contra de cualquier tipo de violencia y aseguró que este tipo de actitudes no pueden ser toleradas en un gobierno que busca promover la paz y la seguridad en la academia. Asimismo, anunció que se tomarán medidas para evitar que este tipo de situaciones se repitan en el futuro.
Sin embargo, más allá de lo que puedan hacer las autoridades, como academia debemos reflexionar sobre lo relato. La violencia no puede ser tolerada en ninguna de sus formas, mucho menos cuando proviene de una persona que debería ser un ejemplo de integridad y respeto hacia los demás.
Es importante que se promueva una cultura de paz y tolerancia en la academia, que se eduque a las personas desde temprana edad sobre el respeto a los demás y a la solución pacífica de conflictos. No podemos seguir normalizando la violencia y justificándola como una forma de defenderse.
Además, es necesario que se tomen medidas más estrictas para prevenir y castigar este tipo de conductas. No podemos permitir que personas con este tipo de