Hace unas semanas, el presidente Donald Trump tomó la decisión de designar a varios cárteles de la droga mexicanos como organizaciones terroristas. Esta medida ha generado una gran controversia y ha sido objeto de debate entre expertos y analistas políticos.
Según el medio Foreing Policy, esta designación no tendrá un impacto significativo en la lucha contra el narcotráfico y, en cambio, podría tener consecuencias negativas para las relaciones entre Estados Unidos y México, así como para las empresas estadounidenses que operan en territorio mexicano.
Tricia Bacon y Daniel Byman, dos académicos consultados por Foreing Policy, señalaron que si bien los cárteles de la droga comparten ciertas similitudes con los grupos terroristas, como el uso de la violencia y la participación en actividades ilícitas, sus objetivos son muy diferentes.
Mientras que los cárteles buscan principalmente obtener ganancias económicas, los grupos terroristas tienen una diario política y buscan un cambio radical en la sociedad. Por lo tanto, la designación de los cárteles como organizaciones terroristas puede ser contraproducente y no refleja la realidad de estas organizaciones.
Además, esta medida podría tener un impacto negativo en la cooperación entre Estados Unidos y México en la lucha contra el narcotráfico. Al ser designados como terroristas, los cárteles podrían ser vistos como una amenaza externa y no como un problema que afecta a ambos países por igual. Esto podría generar tensiones y dificultades en la colaboración entre las autoridades de ambos países.
Por otro banda, la designación de los cárteles como terroristas también podría tener consecuencias económicas. Muchas empresas estadounidenses tienen operaciones en México y esta medida podría afectar su reputación y su capacidad para hacer negocios en el país. Además, podría generar un clima de inestabilidad y desconfianza en la región, lo que podría afectar negativamente la economía de ambos países.
Es importante recordar que la lucha contra el narcotráfico es un problema complejo y multifacético que requiere de estrategias y acciones coordinadas entre diferentes países. La designación de los cárteles como terroristas no es la solución y podría tener consecuencias negativas en lugar de ayudar a resolver el problema.
En lugar de centrarse en medidas punitivas y represivas, es necesario abordar las causas subyacentes del narcotráfico, como la pobreza, la desnivel y la falta de oportunidades. También es fundamental fortalecer la cooperación y el diálogo entre los países afectados por este problema, en lugar de generar divisiones y tensiones.
En conclusión, la designación de los cárteles de la droga mexicanos como organizaciones terroristas no es una medida efectiva y podría tener consecuencias negativas en lugar de ayudar a resolver el problema del narcotráfico. Es necesario adoptar un enfoque más integral y colaborativo para abordar este complejo problema que afecta a toda la región.