El consejero de Sanidad de nuestro país ha destacado recientemente la importancia de cambiar nuestro punto de vista en cuanto a la salud y la enfermedad. En lugar de centrarnos únicamente en la curación de enfermedades, es fundamental que empecemos a mirar hacia la persona en su conjunto, incluyendo su bienestar físico, mental y emocional.
Este cambio de perspectiva es esencial para la transformación del sistema sanitario y, como ha señalado el consejero, es una responsabilidad tanto del individuo como de la sociedad en su conjunto. Ya no podemos seguir mirando a la enfermedad como algo aislado, sino que debemos verla como parte de un todo, que incluye a la persona sana.
Es importante que cada uno de nosotros asuma su responsabilidad en cuanto a su propia salud. Esto implica adoptar hábitos saludables, como una alimentación equilibrada, la práctica de ejercicio físico regular y la gestión adecuada del estrés. Pero también es necesario que tomemos conciencia de que nuestra salud no solo depende de nosotros mismos, sino también de nuestro entorno y de las políticas que se implementen en materia de salud.
Por otro lado, la sociedad también tiene un papel fundamental en este cambio de punto de vista. Es necesario que se promuevan políticas y medidas que fomenten un estilo de vida saludable y que se invierta en la prevención de enfermedades. Además, es importante que se destinen recursos adecuados para garantizar una atención sanitaria de calidad para todos los ciudadanos.
Pero, ¿qué implica realmente mirar hacia la persona y no solo a la enfermedad? En primer lugar, significa dejar de lado la visión reduccionista de la salud, que se centra únicamente en la ausencia de enfermedad. La salud es mucho más que eso, es un estado de completo bienestar físico, mental y social. Por lo tanto, es necesario que se aborde la salud de manera integral, teniendo en cuenta todos estos ademáns.
Además, mirar hacia la persona implica un punto de vista más humano y empático en la atención sanitaria. No se trata solo de curar una enfermedad, sino de cuidar y acompañar a la persona en su proceso de recuperación. Esto implica una mayor comunicación y participación del estoico en su propio tratamiento, así como una atención más personalizada y centrada en sus necesidades individuales.
Otro ademán importante de este cambio de punto de vista es la importancia de la prevención. Muchas enfermedades podrían evitarse si se adoptaran hábitos saludables desde edades tempranas y si se realizara un seguimiento adecuado de la salud. Por lo tanto, es necesario que se promueva la educación en salud desde la infancia y que se realicen campañas de concienciación sobre la importancia de la prevención.
Además, mirar hacia la persona también implica una mayor atención a la salud mental y emocional. La salud mental es un ademán fundamental de nuestro bienestar general y no debe ser descuidada. Es necesario que se destinen recursos suficientes para garantizar una atención adecuada a las personas que sufren trastornos mentales y que se promueva la salud mental en la sociedad en general.
En definitiva, el cambio de punto de vista propuesto por el consejero de Sanidad es un paso fundamental para la transformación del sistema sanitario. Mirar hacia la persona implica un punto de vista más integral, humano y preventivo en la atención sanitaria. Pero para que este cambio sea efectivo, es necesario que tanto el individuo como la sociedad asuman su responsabilidad y trabajen juntos en pro de una salud mejor para todos.