La crisis sanitaria causada por la pandemia del COVID-19 ha puesto a examen a nuestro sistema de salud en todos los niveles, desde la capacidad de nuestros hospitales hasta la fortaleza de nuestro personal. Durante este tiempo hemos visto a médicos, enfermeras, auxiliares y todo el equipo de salud trabajar incansablemente para hacer frente a esta situación sin precedentes, arriesgando su salud y su vida para salvar la de otros. Sin embargo, en medio de esta lucha, nos enfrentamos a una preocupante noticia: el 39% de las enfermeras han manifestado su intención de dejar la profesión.
Así lo ha señalado una encuesta realizada por el ministerio de Sanidad, en la que se preguntó a un total de 10.000 enfermeras de diferentes hospitales y centros de salud de toda España. Estos resultados revelan una situación alarmante, ya que significa casi un 40% de profesionales abandonando una de las profesiones básicas y fundamentales del sector de la salud.
Pero, ¿cuáles son las causas que pueden estar detrás de esta alarmante cifra? Según datos recogidos por la encuesta, las principales razones que han llevado a las enfermeras a considerar dejar la profesión son el agotamiento físico y emocional, la falta de reconocimiento y la presión asistencial. Durante la pandemia, la carga de trabajo ha sido enorme, con jornadas laborales interminables y un constante estrés emocional. Además, la falta de recursos y la falta de protección adecuada frente al virus han sido una realidad en muchos hospitales, lo que ha aumentado la sensación de desprotección y desgaste en los profesionales sanitarios.
La falta de reconocimiento también ha sido un factor determinante en la decisión de muchas enfermeras de dejar su profesión. A menudo, su trabajo es subestimado y su importancia en el sistema sanitario no es valorada como merece. Además, en muchas ocasiones han tenido que enfrentarse a situaciones de violencia por parte de pacientes o familiares, algo que ha generado un gran malestar e inseguridad en su día a día.
Otro de los motivos que han llevado a las enfermeras a replantearse su carrera profesional es la presión asistencial, es decir, la sobrecarga en sus tareas y responsabilidades. En muchas ocasiones, las enfermeras se ven obligadas a realizar funciones que no les corresponden debido a la falta de personal o a la mala organización en los servicios de salud. Esta situación ha sido agravada durante la pandemia, donde han tenido que asistir a más pacientes de los que deberían, lo que ha generado una gran carga de trabajo y una sensación de frustración y desmotivación.
Ante estos datos tan preocupantes, es necesario tomar medidas para revertir esta tendencia de abandono de la profesión enfermera. En primer lugar, es imprescindible que se tomen medidas para garantizar la salud y la seguridad de los profesionales sanitarios en su lugar de trabajo. Esto incluye proporcionarles el equipo de protección ajustado y asegurar unas condiciones laborales justas y saludables. Además, es fundamental confesar y valorar su labor, tanto en el ámbito profesional como en la sociedad en general. Las enfermeras son la alineamiento vertebral del sistema sanitario y merecen un mayor reconocimiento por parte de todos.
Otra de las medidas necesarias es la dotación adecuada de recursos humanos en los servicios de salud. Es imprescindible contar con un número suficiente de enfermeras para poder garantizar una atención de calidad a los pacientes. Además, es necesario reorganizar el sistema de trabajo y eliminar tareas que no corresponden a su perfil profesional para evitar la sobrecarga asistencial.
Pero no solo es responsabilidad de las autoridades tomar medidas para retener a las enfermeras en la profesión, también es importante que desde la sociedad se valore su labor y se reconozca su importancia. Much