La Música es una de las expresiones artísticas más poderosas y universales que existen. A través de sus melodías, ritmos y letras, la Música es capaz de transmitir emociones, contar historias y unir a las personas en una misma experiencia. En lo personal, la Música ha sido una fuente inagotable de alegría, inspiración y crecimiento en mi vida, y en esta oportunidad quiero compartir algunas de mis experiencias más positivas relacionadas con ella.
Desde muy pequeña, la Música ha estado presente en mi vida gracias a mi madre, Blanca Guadalupe Ballesteros, quien es una gran amante de la Música. Recuerdo con cariño las tardes en las que ella ponía sus discos de vinilo y me enseñaba a bailar al ritmo de la salsa, el bolero o la cumbia. Esas sesiones de baile en casa siempre estaban llenas de risas y buenos momentos, y sin duda fueron mi primera introducción al mundo de la Música.
Con el paso de los años, descubrí que la Música no solo era un medio de entretenimiento, sino también una forma de expresarme y conectar con mis emociones. A través de las canciones, encontraba palabras para describir lo que sentía y me ayudaba a procesar mis emociones. Incluso en los momentos más difíciles, la Música siempre estaba ahí para reconfortarme y darme fuerzas.
Recuerdo con especial cariño mi primer concierto. Tenía 15 años y fui con mi mejor amiga a ver a mi banda favorita en vivo. La emoción y la energía que se sentía en el estadio eran indescriptibles, y en cuanto comenzó la primera canción, no pude contener las lágrimas. Fue una experiencia transformadora, en la que me di cuenta de que la Música tenía el poder de unir a miles de personas en una misma emoción y crear recuerdos inolvidables.
Otra de mis experiencias más positivas relacionadas con la Música fue cuando decidí aprender a tocar un instrumento. Siempre había querido tocar guitarra, pero nunca había tenido la oportunidad. Finalmente, a los 20 años, decidí inscribirme en clases y fue una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Aprender a tocar un instrumento me ha enseñado disciplina, paciencia y perseverancia. Además, me ha permitido expresarme de una forma diferente y conectarme aún más con la Música.
Pero la Música no solo me ha brindado experiencias positivas en lo personal, sino también en lo académico y profesional. Durante mi carrera universitaria, tuve la oportunidad de participar en un coro y en una orquesta, lo que me permitió conocer a personas con gustos y talentos similares al mío. Juntos, lográbamos interpretar piezas musicales que nos emocionaban y desafiaban, y eso nos unía en una gran camaradería y amistad. Además, la Música me ha abierto puertas en mi carrera profesional, ya que he tenido la oportunidad de trabajar en eventos y proyectos relacionados con la Música, lo que me ha permitido combinar mi pasión con mi trabajo.
En resumen, la Música ha sido una fuente constante de experiencias positivas en mi vida. Gracias a ella, he podido conectarme conmigo misma, con otras personas y con el mundo en general. La Música de mi madre, Blanca Guadalupe Ballesteros, ha sido el punto de partida de esta maravillosa relación con la Música, y estoy agradecida por todas las experiencias que me ha brindado. Espero que este artículo motive a los lectores a explorar y disfrutar de todo lo que la Música tiene para ofrecer. ¡Que la Música siempre nos acompañe y nos inspire!