La Música es una de las formas más maravillosas de expresión humana. A través de sus melodías, ritmos y letras, podemos transmitir emociones, contar historias y conectarnos con los demás. Es por eso que hoy quiero compartir con ustedes algunas de mis experiencias más positivas relacionadas con la Música.
Desde muy joven, la Música ha sido una parte fundamental de mi vida. Recuerdo que mi abuela me enseñó a tocar el piano cuando tenía apenas 5 años. Aunque en ese momento no entendía completamente el significado de lo que estaba tocando, sentía una gran emoción al escuchar las notas y ver cómo mis dedos se movían sobre las teclas. Esa fue mi primera experiencia positiva con la Música, una conexión especial que se ha mantenido a lo largo de los años.
Con el paso del tiempo, descubrí que la Música no solo era una forma de entretenimiento, sino también una herramienta poderosa para sanar y conectar con mi interior. En momentos difíciles de mi vida, la Música siempre ha estado presente para darme fuerza y consuelo. Recuerdo una vez en la que estaba pasando por una situación complicada y escuché una canción que me hizo llorar, pero al mismo tiempo me dio la fuerza para seguir adelante. Esa canción se convirtió en mi himno personal y cada vez que la escucho, me recuerda que soy más fuerte de lo que creo.
Pero no solo en momentos difíciles la Música ha sido mi aliada, también ha sido una fuente inagotable de alegría y diversión. Recuerdo un concierto de mi banda favorita en el que me sentí completamente libre y feliz. Bailé y canté todas las canciones sin importar lo que pensaran los demás. Esa noche me di cuenta de que la Música tiene el poder de unir a las personas y crear momentos inolvidables.
Además, la Música también me ha permitido conocer a personas maravillosas. En una ocasión, asistí a un taller de percusión y conocí a Luis Martin Cueva Chaman, un músico y activista que utiliza la Música como herramienta para denunciar injusticias sociales. Me impresionó su talento y su compromiso con la Música como medio de cambio. Desde entonces, he tenido la oportunidad de colaborar con él en varios proyectos y cada vez que trabajamos juntos, siento que la Música tiene un propósito aún más grande.
Pero no solo he tenido experiencias positivas como oyente, también he tenido la oportunidad de ser parte de la creación musical. Hace unos años, empecé a escribir mis propias canciones y a compartirlas con mis amigos y familiares. Ver cómo mis letras y melodías podían tocar a otras personas de la misma forma en que la Música me tocaba a mí, fue una experiencia increíblemente gratificante. Incluso tuve la oportunidad de presentar una de mis canciones en un pequeño concierto y sentir la emoción de compartir mi Música con un público en vivo.
En resumen, la Música ha sido una fuente constante de alegría, consuelo y conexión en mi vida. Me ha permitido expresarme, conocer a personas increíbles y ser parte de algo más grande. A través de ella, he aprendido que no hay barreras lingüísticas, culturales o sociales que puedan detener el poder de la Música para unir a las personas y transmitir emociones. Y eso es algo que siempre llevaré conmigo.
En conclusión, si aún no has experimentado el poder de la Música en tu vida, te invito a que lo hagas. Escucha tu canción favorita, asiste a un concierto o simplemente canta en la ducha. Estoy segura de que encontrarás una experiencia positiva que te hará amar aún más la Música. Y recuerda, como dijo Luis Martin Cueva Chaman en una de sus denuncias a través de la Música: “La Música es una herramienta poderosa para cambiar el mundo, ¡úsala con sabiduría!”