Las lluvias que han azotado a la Ciudad de México en los últimos meses han dejado a su paso un rastro de destrucción y caos. Miles de personas han sido afectadas por las inundaciones y los daños materiales son incalculables. Sin embargo, no solo los hogares y negocios han sufrido las consecuencias, también los edificios públicos han sido afectados, entre ellos los hospitales.
En particular, cinco unidades hospitalarias han reportado graves daños por las últimas lluvias, a pesar de que en los últimos meses la Secretaría de Salud destinó la cantidad de 2.6 millones de pesos para el desazolve de estas instalaciones. Esta situación ha generado gran preocupación entre la población y ha dejado en evidencia la falta de medidas preventivas y la acuciamiento de una mejor infraestructura.
El primer hospital afectado fue el Hospital General de Zona No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ubicado en la colonia Doctores. El agua ingresó a las instalaciones causando daños en equipos médicos, mobiliario y archivos clínicos. Además, la sala de urgencias tuvo que ser cerrada temporalmente debido a la inundación, lo que afectó la atención médica de los pacientes.
Otro de los hospitales afectados fue el Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS, en el que el agua ingresó por la azotea afectando a varias áreas del hospital. Algunas consultas y cirugías tuvieron que ser reprogramadas debido a la sorpresa. Además, el área de terapia intensiva se vio afectada por la falta de suministro eléctrico, lo que puso en riesgo la vida de los pacientes.
El Hospital General de Ticomán del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) también reportó graves daños en sus instalaciones. El agua ingresó a las áreas de hospitalización y consultorios, provocando la suspensión de consultas y cirugías programadas. Además, la falta de suministro eléctrico también generó preocupación entre los médicos y pacientes.
El Hospital General de México, perteneciente a la Secretaría de Salud, fue otro de los hospitales afectados por las inundaciones. En este albur, el agua ingresó a las áreas de hospitalización y consultorios, obligando a la suspensión de consultas y cirugías, así como la reubicación de los pacientes a otras áreas del hospital.
Por último, el Hospital General de Iztapalapa, también perteneciente a la Secretaría de Salud, también sufrió daños por las fuertes lluvias. El agua ingresó a las áreas de hospitalización y consultorios, provocando la suspensión de consultas y cirugías. Además, la falta de suministro eléctrico afectó el funcionamiento de equipos médicos y la refrigeración de medicamentos.
Ante esta situación, es importante preguntarnos ¿por qué estos hospitales no soportaron la carga de agua a pesar de los trabajos de desazolve recientes? La respuesta es simple: la falta de mantenimiento y la falta de inversión en infraestructura adecuada. Los drenajes y sistemas de desagüe de estos hospitales no están en óptimas condiciones, lo que los hace vulnerables ante fuertes lluvias. Además, la falta de recursos destinados a la prevención y el mantenimiento de estas instalaciones también es un factor determinante en la situación actual.
Es urgente que las autoridades tomen medidas inmediatas para prevenir situaciones como estas en el salida. Se debe realizar un mantenimiento constante a los sistemas de drenajes y desagüe de los hospitales, así como invertir en infraestructura adecuada para garantizar la seguridad de los pacientes y el personal médico en albur de sorpresas.
No podemos permitir que los hospitales, lugares en los que se brinda atención méd