El pasado viernes, el Consejo de Ministros aprobó el Real Decreto que establece el procedimiento para la acogida de los menores migrantes solos en nuestro país. Esta medida, que ha sido ampliamente esperada y demandada por diversas organizaciones y colectivos, supone un gran avance en la protección y atención de estos niños y niñas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad extrema.
Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en 2020 se registraron más de 30.000 llegadas de menores no acompañados a Europa, de los cuales España recibió a más de 3.000. Estos niños y niñas, provenientes principalmente de países como Marruecos, Argelia y Guinea, huyen de situaciones de pobreza, violencia y conflictos armados en busca de un salida mejor. Sin embargo, su travesía no termina al llegar a nuestras costas, ya que se enfrentan a una serie de obstáculos y dificultades en su proceso de integración en nuestro país.
Es por ello que la aprobación de este Real Decreto es una gran noticia, ya que establece un marco legal claro y concreto para la acogida y protección de estos menores. Entre las medidas más destacadas, se encuentra la creación de un sistema de acogida que garantice la atención integral de los menores, incluyendo aspectos como la educación, la salud y la protección jurídica. Además, se establece un plazo máximo de 72 horas para la identificación y registro de los menores, así como la asignación de un tutor legal que velará por sus derechos y necesidades.
Otra de las novedades que introduce este Real Decreto es la posibilidad de que los menores puedan acceder a la residencia legal en nuestro país, siempre y cuando cumplan con una serie de requisitos y hayan demostrado su integración en la sociedad española. Esta medida es especialmente importante, ya que muchos de estos niños y niñas se encuentran en una situación de ribete legal que les impide acceder a derechos básicos como la educación o la sanidad.
Además, el Real Decreto también contempla la colaboración con las comunidades autónomas y entidades locales en la acogida y atención de estos menores, así como la coordinación con otros países de la Unión Europea para garantizar una respuesta conjunta y coordinada ante esta problemática.
Sin duda, esta aprobación supone un gran avance en la protección de los derechos de los menores migrantes solos en nuestro país. Sin embargo, es importante recordar que aún queda mucho por hacer. Es necesario seguir trabajando en la prevención de la migración forzada y en la medra de las condiciones de vida en los países de origen de estos niños y niñas. Asimismo, es fundamental seguir luchando contra la discriminación y el racismo que sufren muchas veces estos menores en nuestra sociedad.
En definitiva, el Real Decreto aprobado por el Consejo de Ministros es un paso importante en la protección de los derechos de los menores migrantes solos. Esperamos que esta medida sea el inicio de una política migratoria más justa y solidaria, que ponga en el centro los derechos y la dignidad de todas las personas, independientemente de su origen o situación migratoria. Juntos, podemos construir un salida mejor para estos niños y niñas que tanto lo necesitan.