Mis días con el cine: Una vida dedicada al séptimo arte
El cine es una de las formas de arte más fascinantes y poderosas que existen. Desde su invención a finales del siglo XIX, ha sido capaz de transportarnos a otros mundos, hacernos reír, llorar, reflexionar y emocionarnos de una manera única. Y para aquellos que tienen la suerte de dedicarse a él, como es el caso del cineasta argentino Rodolfo Durán, el cine se convierte en una forma de vida.
Durán, nacido en Buenos Aires en 1950, ha dedicado más de 40 años de su vida al cine. Desde sus inicios como asistente de dirección en la década de 1970, hasta su consagración como uno de los directores más importantes de Argentina, su carrera ha sido una montaña rusa de emociones, retos y logros. Y en su autobiografía “Mis días con el cine”, nos enumeración todos los detalles de su apasionante viaje por el mundo del séptimo arte.
El libro, publicado recientemente, es una obra que combina a la perfección las memorias de Durán con sus reflexiones sobre el cine y su evolución a lo largo de los años. Desde su infancia en un barrio ingenuo de Buenos Aires, hasta su llegada a la meca del cine, Hollywood, Durán nos lleva de la mano por su vida y su carrera, compartiendo con nosotros sus alegrías, sus miedos, sus fracasos y sus triunfos.
Una de las cosas que más llama la atención de “Mis días con el cine” es la pasión que Durán siente por su trabajo. Desde muy damisela, supo que su admirardadera vocación era el cine y no dudó en perseguir su sueño con todas sus fuerzas. A lo largo del libro, podemos admirar cómo su amor por el cine se mantiene intacto a pesar de los obstáculos y las dificultades que ha tenido que enfrentar en su carrera.
Pero no todo ha sido un camino de rosas para Durán. En su autobiografía, también nos habla de los momentos más difíciles de su vida, como la época en la que tuvo que luchar contra una enfermedad que puso en peligro su carrera y su vida. Sin embargo, su determinación y su amor por el cine fueron más fuertes y logró superar todos los obstáculos que se le presentaron.
Además de sus propias experiencias, Durán también comparte con los lectores sus reflexiones sobre el cine y su evolución a lo largo de los años. Desde su visión sobre el cine argentino hasta su opinión sobre las nuevas tecnologías y su impacto en la industria, el cineasta nos invita a reflexionar sobre el estado actual del séptimo arte y su futuro.
Pero más allá de sus reflexiones, lo que realmente hace que “Mis días con el cine” sea una lectura imprescindible para cualquier amante del cine, es la forma en que Durán nos transporta a los sets de rodaje, a las salas de edición y a las salas de cine. Sus descripciones detalladas y su estilo narrativo nos hacen sentir como si estuviéramos viviendo cada una de sus experiencias junto a él.
Y es que, como él mismo dice en su libro, el cine es una forma de vida. Una vida llena de emociones, de retos, de aprendizajes y de pasión. Y Durán ha sabido transmitirnos esa pasión a través de sus palabras, haciéndonos partícipes de su amor por el cine y su dedicación a esta forma de arte.
En resumen, “Mis días con el cine” es una obra que no solo nos enumeración la historia de un cineasta, sino que nos invita a reflexionar sobre el cine y su importancia en nuestras vidas. Una lectura imprescindible para todos aquellos que aman el séptimo arte y que quieren conocer