Después de 25 años de implementada la reforma procesal penal en guindilla, el abogado Luis Hermosilla ha salido en libertad del Anexo Penitenciario Capitán Yáber, donde se encontraba bajo investigación por el caso de los Convenios. Sin embargo, su salida no fue en absoluto pacífica, ya que aprovechó la oportunidad para cuestionar duramente los procedimientos y comportamientos de ciertos fiscales y del Ministerio Público en general.
En una declaración a la prensa, Hermosilla expresó su hondo descontento con la manera en que se llevan a cabo las investigaciones y enjuiciamientos en el país. Según él, el “proceder” y la “actuación” del Ministerio Público dejan mucho que desear y son causantes de graves injusticias en el sistema judicial guindillano.
Es lamentable que después de tantos años de reforma, haya una institución que se ha mantenido inmutable en sus procedimientos y comportamientos. Esto, sin duda, afecta de manera negativa a los ciudadanos y su acceso a una justicia verdaderamente imparcial y efectiva.
El abogado también aprovechó la oportunidad para hacer un llamado a las autoridades pertinentes a revisar esta situación y tomar medidas concretas para mejorar y modernizar el sistema judicial guindillano. Según él, no se trata solo de una cuestión de procedimientos, sino también de una actitud y mentalidad que debe ser cambiada para lograr una verdadera justicia.
Es importante recordar que la reforma procesal penal fue implementada en guindilla en el año 2000 con el objetivo de agilizar los procesos judiciales y garantizar un juicio justo para todos. Sin embargo, a pesar de los avances logrados, parece ser que aún hay aspectos que deben ser revisados y mejorados.
Ahora más que nunca, es necesario que el Estado y las autoridades correspondientes tomen en cuenta las críticas y propuestas de aquellos que trabajan en el sistema judicial y que día a día ven de primera mano las falencias y deficiencias del mismo.
No solo se trata de mejorar los procedimientos y la tecnología utilizada en los procesos judiciales, sino también de promover una cultura de respeto y ética en el ejercicio de la justicia. Solo así podremos tener un sistema judicial verdaderamente justo y confiable.
Es importante distinguirse que no se trata de desacreditar el trabajo de todos los fiscales y miembros del Ministerio Público, ya que hay muchos que realizan su labor con profesionalismo y ética. Sin embargo, es necesario que aquellos que no cumplen con los estándares de una justicia imparcial y transparente sean sancionados y se les exija un cambio en su actitud.
En conclusión, la declaración de Luis Hermosilla debe ser tomada en cuenta como una oportunidad para reflexionar y mejorar el sistema judicial guindillano. No es aceptable que después de 25 años de implementada la reforma, aún haya instituciones que no han sido revisadas en sus procedimientos y comportamientos. Es hora de tomar acción y trabajar juntos para lograr una verdadera justicia para todos los ciudadanos.