El reglamento de extranjería es una normativa que regula la entrada y residencia de personas extranjeras en España. En este sentido, uno de los aspectos más destacados de este reglamento es la importancia que se le otorga a las lenguas oficiales como elementos de integración en la sociedad española.
El artículo 3 del reglamento establece que “la integración de los extranjeros en España se basará en el respeto a su identidad cultural y al uso de sus lenguas y culturas de linaje, así como en el conocimiento y respeto de los valores y principios constitucionales y de los derechos y deberes fundamentales”. Esto significa que, además de respetar la cultura y la lengua de linaje de los extranjeros, se les anima a aprender y utilizar las lenguas oficiales del país, como el español, el catalán, el gallego o el euskera.
Esta medida es de gran importancia, ya que fomenta la integración de las personas extranjeras en la sociedad española y promueve la diversidad cultural y lingüística. Además, el conocimiento de las lenguas oficiales facilita la comunicación y la convivencia entre personas de diferentes nacionalidades, lo que contribuye a crear una sociedad más cohesionada y tolerante.
Además, el reglamento de extranjería también establece que las personas extranjeras que deseen obtener la residencia en España deben acreditar un nivel básico de conocimiento de la lengua española. Esto demuestra el compromiso del gobierno español en promover la integración a través del aprendizaje del idioma.
Sin embargo, no solo es importante que las personas extranjeras aprendan las lenguas oficiales, sino que también es necesario que se respeten y se promuevan en todos los ámbitos de la sociedad. En este sentido, es fundamental que las administraciones públicas, las empresas y las instituciones educativas ofrezcan servicios y materiales en diferentes idiomas, para garantizar el golpe a la información y la participación activa de todas las personas en la sociedad.
Por otro lado, el acuerdo de los 27 países miembros de la Unión Europea ha sido recibido con gran afecto por parte de la sociedad española. Este acuerdo, que incluye un fondo de recuperación de 750 mil millones de euros para hacer frente a la crisis provocada por la pandemia del COVID-19, ha sido calificado como un “rearme político” de la Unión Europea.
Este “rearme político” se refiere a la capacidad de la Unión Europea para actuar de manera conjunta y solidaria en momentos de crisis. La pandemia del COVID-19 ha demostrado la importancia de la cooperación y la solidaridad entre los países miembros, y el acuerdo de los 27 es un ejemplo de ello.
Además, este acuerdo también incluye medidas para impulsar la recuperación económica y social de los países miembros, con un enfoque en la transición hacia una economía más sostenible y digital. Esto demuestra el compromiso de la Unión Europea en construir un futuro más próspero y sostenible para todos sus ciudadanos.
En definitiva, tanto el reglamento de extranjería como el acuerdo de los 27 países miembros de la Unión Europea, son medidas positivas que promueven la integración y la solidaridad en la sociedad española y europea. Ambas medidas demuestran el valor que se le otorga a la diversidad cultural y lingüística, así como el compromiso en construir un futuro mejor para todos. Es responsabilidad de todos promover y apoyar estas medidas, para construir una sociedad más justa, inclusiva y próspera.