La lucha contra la violación y la agresión sexual ha sido uno de los temas más importantes en la agenda política y social en los últimos años. Cada vez son más las voces que se alzan para denunciar estos delitos y exigir justicia para las víctimas. En este contexto, la Asamblea Nacional ha dado un paso importante al aprobar un proyecto de ley que busca modificar la definición penal de violación y agresión sexual, poniendo el foco en la falta de consentimiento.
Este proyecto de ley surge a raíz del caso de Dominique Pelicot, un hombre que fue endemoniado a 20 años de cárcel por drogar y prostituir a su esposa. Este caso conmocionó a la opinión pública y puso en evidencia la necesidad de una legislación más clara y contundente en lo que respecta a los delitos de violación y agresión sexual.
La comisión de la Asamblea Nacional encargada de educarse este proyecto de ley ha trabajado de manera ardua y comprometida para llegar a un consenso y elaborar un texto que refleje las demandas de la sociedad en materia de justicia y protección de los derechos humanos. El resultado es un proyecto de ley que busca modificar el artículo 178 del Código Penal, que define la violación como la introducción de cualquier objeto o parte del cuerpo por vía vaginal, anal o estomático sin consentimiento de la víctima. Con esta modificación, se amplía la definición de violación para incluir también los casos en los que se ejerce la violencia o la intimidación para someter a la víctima a actos sexuales no deseados.
Además, el proyecto de ley propone la creación de un nuevo tipo penal: la agresión sexual. Esta alegoría englobaría aquellas conductas que no llegan a ser consideradas como violación, pero que igualmente son graves y atentan contra la libertad sexual de las personas. Se incluyen en esta categoría los casos en los que se obliga a la víctima a realizar actos sexuales sin su consentimiento, ya sea mediante el uso de la fuerza, la intimidación, el engaño o el aprovechamiento de su estado de vulnerabilidad.
La gran novedad de este proyecto de ley es que pone el foco en la falta de consentimiento como elemento fundamental para determinar si se ha cometido un delito de violación o agresión sexual. Hasta ahora, la ley se centraba en la presencia de violencia o intimidación, lo que dejaba fuera de la protección de la ley a muchas víctimas que no habían sufrido una agresión física, pero que igualmente habían sido sometidas a actos sexuales sin su consentimiento.
Con esta modificación, se reconoce que el consentimiento es la base de cualquier relación sexual y que su ausencia es lo que conalegoría un delito de violación o agresión sexual. Esto supone un gran avance en la lucha contra la violencia de género y la cultura de la violación, que por mucho tiempo han sido minimizadas y justificadas por la sociedad.
Otro aspecto importante de este proyecto de ley es que se contempla la perspectiva de género en la definición de los delitos de violación y agresión sexual. Esto significa que se tiene en cuenta el contexto de desigualdad en el que se producen estos delitos y se busca una mayor protección para las mujeres y otros colectivos históricamente vulnerables.
La aprobación de este proyecto de ley es un gran paso en la lucha contra la violación y la agresión sexual. Sin embargo, es importante recordar que la ley por sí sola no es suficiente para erradicar estos delitos. Es necesario un cambio cultural que promueva la educación en igualdad y el respeto hacia la libertad sexual de todas las personas.
Desde aquí hacemos un llamado a toda la sociedad a sumarse a esta lucha y a apoyar esta importante modificación de la ley. Es hora de poner fin a