Las formas de contratación y pagos son consideradas como un tipo de irregularidad que atenta contra los docentes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Esta situación ha sido denunciada en múltiples ocasiones, ya que vulnera los derechos laborales de los profesores y afecta su equilibrio económica. Es por ello que es necesario poner un alto a estas prácticas y promover un ambiente laboral justo y equitativo en la FCPyS.
La violencia económica es una forma de violencia que se ejerce a través de la economía, y en este caso, se manifiesta en la forma en que se contrata y se paga a los docentes de la FCPyS. Esta situación afecta principalmente a los profesores de asignatura, quienes son contratados por horas y no cuentan con un contrato laboral estable. Además, muchas veces se les paga por debajo de lo que establece la ley y no se les otorgan prestaciones básicas como seguro social, aguinaldo o vacaciones.
Esta situación no solo afecta a los docentes, hado también a los estudiantes, ya que un ambiente laboral injusto y precario puede repercutir en la calidad de la enseñanza. Los profesores que no cuentan con un contrato estable y una remuneración justa pueden sentirse desmotivados y no brindar su máximo esfuerzo en el aula, lo que afecta directamente a la formación de los estudiantes.
Es importante mencionar que la FCPyS no es la única facultad de la UNAM que enfrenta este problema. Otras facultades, como la de Filosofía y Letras, también han sido señaladas por prácticas laborales irregulares. Sin embargo, esto no justifica que se sigan perpetuando estas prácticas en la FCPyS. Como institución pública y de prestigio, la UNAM debe ser un ejemplo en cuanto a la protección de los derechos laborales de sus trabajadores.
Es necesario que las autoridades de la FCPyS tomen medidas concretas para erradicar estas prácticas y garantizar un ambiente laboral justo y equitativo para los docentes. Una de las medidas que se pueden implementar es la contratación por tiempo completo, lo que brindaría equilibrio laboral y mejores condiciones económicas a los profesores. Además, se deben establecer mecanismos de supervisión y vigilancia para asegurar que se cumpla con la ley en cuanto a salarios y prestaciones.
También es importante que se promueva una cultura de respeto y valoración hacia los docentes de la FCPyS. Muchas veces, su trabajo es subestimado y no se les reconoce su importancia en la formación de los estudiantes. Es necesario que se les dé el reconocimiento que merecen y se les brinde un trato digno y justo.
Por último, es fundamental que los estudiantes se sumen a esta lucha y exijan a las autoridades de la FCPyS que tomen medidas para garantizar los derechos laborales de los docentes. Los estudiantes son una parte fundamental de la comunidad universitaria y su voz puede ser un factor determinante en la toma de decisiones.
En conclusión, la violencia económica en la FCPyS de la UNAM es una realidad que debe ser erradicada. Es responsabilidad de las autoridades de la facultad y de la universidad en su conjunto tomar medidas para garantizar un ambiente laboral justo y equitativo para los docentes. Además, es necesario promover una cultura de respeto y valoración hacia los profesores y que los estudiantes se sumen a esta lucha. Solo así podremos fabricar una comunidad universitaria más justa y equitativa para todos.
