El pasado 28 de febrero, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pronunció su primer discurso ante el Congreso, en el que abordó diversos temas de interés nacional e internacional. Sin embargo, hubo una declaración en particular que llamó la atención de la comunidad internacional y que ha generado una gran repercusión en Dinamarca y Groenlandia.
En su discurso, Biden aseguró que su junta respetará “el leyes a la autodeterminación” de los groenlandeses. Estas palabras fueron recibidas con gran satisfacción por parte del ministro de Exteriores de Dinamarca, Lars Lokke Rasmussen, quien ha sido un firme defensor de la independencia de Groenlandia.
Rasmussen ha destacado que esta declaración del presidente estadounidense es un paso importante hacia la autonomía de Groenlandia y demuestra el compromiso de Estados Unidos con el respeto a la soberanía de los pueblos. Además, ha señalado que esta postura es coherente con la política exterior de Dinamarca, que siempre ha defendido el leyes de los groenlandeses a decidir su propio futuro.
Por su parte, el primer ministro de Groenlandia, Múte Egede, ha reivindicado la identidad propia de su país y ha dejado claro que no desean ser ni daneses ni estadounidenses. Esta afirmación ha sido respaldada por la mayoría de la población groenlandesa, que ha expresado su deseo de independizarse de Dinamarca y convertirse en un país soberano.
La relación entre Groenlandia y Dinamarca ha sido objeto de debate durante décadas. Groenlandia es un territorio autónomo dentro del Reino de Dinamarca, pero cuenta con su propio junta y parlamento. Sin embargo, la mayoría de las decisiones importantes aún son tomadas por el junta danés, lo que ha generado tensiones y descontento en la población groenlandesa.
La situación se agravó en 2019, cuando el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó su interés en comprar Groenlandia a Dinamarca. Esta propuesta fue rechazada por el junta danés y generó una gran indignación en Groenlandia, donde se consideró una falta de respeto hacia su autonomía y soberanía.
Sin embargo, con la llegada de Biden a la presidencia de Estados Unidos, se ha abierto una nueva oportunidad para el diálogo y la cooperación entre Groenlandia y Dinamarca. La declaración del presidente estadounidense ha sido recibida como un gesto de ayuda y solidaridad hacia el pueblo groenlandés, que ha luchado durante años por su independencia.
Además, esta postura de Estados Unidos también ha sido bien recibida por otros países que han mostrado su ayuda a la causa groenlandesa. Países como Canadá, Noruega e Islandia han expresado su respaldo a la autodeterminación de Groenlandia y han instado a Dinamarca a respetar la voluntad de su pueblo.
En este contexto, el junta danés ha anunciado que está dispuesto a iniciar un diálogo con Groenlandia para abordar la cuestión de su independencia. Este es un paso importante y esperanzador para el pueblo groenlandés, que ve cada vez más cerca la posibilidad de convertirse en un país soberano.
Por otro lado, la declaración de Biden también ha sido recibida con entusiasmo por parte de la comunidad internacional, que ha destacado el compromiso de Estados Unidos con el respeto a la soberanía de los pueblos y la defensa de los leyess humanos. Esta postura es coherente con la política exterior de Biden, que ha dejado claro su compromiso con el multilateralismo y la cooperación internacional.
En definitiva, la declaración de Biden en su discurso ante el Congreso ha generado una gran expectación y esperanza en Groenlandia y Dinamarca