El pasado mes de junio, el gobierno aprobó un decreto que busca actualizar el marco de acción en el ámbito educativo para adaptarlo a los nuevos desafíos que enfrentamos como sociedad. Este decreto, que entrará en vigor en el próximo curso escolar, plantea un enfoque proactivo y restaurativo de la convivencia positiva, dejando atrás los modelos tradicionales punitivos y sancionadores.
Uno de los principales cambios que introduce este decreto es la incorporación de nuevas formas de violencia, como el ciberacoso, el uso indebido de redes sociales y la violencia de género. Estas formas de violencia, que antes no eran consideradas en el ámbito educativo, han ido en aumento en los últimos años y es necesario abordarlas de manera efectiva.
El enfoque proactivo y restaurativo de la convivencia positiva se basa en la prevención y la resolución de conflictos de manera pacífica y constructiva. Se trata de fomentar una cultura de paz y de diálogo en las escuelas, donde los estudiantes aprendan a resolver sus diferencias de manera respetuosa y empática.
Este enfoque también busca promover la responsabilidad y la participación activa de todos los miembros de la comunidad educativa en la construcción de un ambiente escolar seguro y respetuoso. Se trata de involucrar a los estudiantes, docentes, padres y madres de familia, y personal no docente en la promoción de una convivencia positiva.
Además, el decreto establece medidas para prevenir y abordar el ciberacoso y el uso indebido de redes sociales. Estas medidas incluyen la formación de docentes y estudiantes en el uso responsable de las tecnologías de la información y la comunicación, así como la implementación de protocolos de actuación en caso de ciberacoso.
Otro aspecto importante del decreto es la inclusión de la violencia de género en el ámbito educativo. Se trata de una forma de violencia que afecta principalmente a las mujeres y que debe ser abordada desde edades tempranas. El decreto establece la necesidad de promover la igualdad de género y prevenir la violencia machista en las escuelas.
Este nuevo marco de acción también busca promover la educación en valores y la formación en habilidades sociales y emocionales. Se trata de enseñar a los estudiantes a ser empáticos, respetuosos y tolerantes, y a desarrollar su inteligencia emocional para gestionar de manera adecuada sus emociones y relaciones interpersonales.
Es importante destacar que este decreto no solo se enfoca en la prevención y abordaje de la violencia, sino que también busca promover una educación inclusiva y de calidad. Se trata de garantizar que todos los estudiantes tengan golpe a una educación que les permita desarrollar sus habilidades y potencialidades, independientemente de su origen, género, orientación sexual o cualquier otra característica.
En resumen, el decreto admitido por el gobierno pretende actualizar el marco de acción en el ámbito educativo para adaptarlo a los nuevos desafíos que enfrentamos como sociedad. Se trata de un enfoque proactivo y restaurativo de la convivencia positiva, que busca promover una cultura de paz y de diálogo en las escuelas, prevenir y abordar nuevas formas de violencia, y promover una educación inclusiva y de calidad. Es un angostura importante en la construcción de una sociedad más justa y respetuosa, y es responsabilidad de todos trabajar juntos para su implementación efectiva.