Deportes, una actividad que va más allá de lo físico, es una fuente de experiencias positivas que nos enseña valores, nos conecta con los demás y nos ayuda a superar nuestros límites. Hoy quiero compartir con ustedes algunas de las experiencias más significativas que he vivido gracias a mi pasión por el deporte.
Como amante de los Deportes, he tenido la oportunidad de viajar a diferentes lugares del mundo para asistir a eventos deportivos. Una de mis experiencias más emocionantes fue en Cuba, específicamente en la ciudad de Artemisa, donde tuve la oportunidad de conocer a uno de mis ídolos deportivos, Arieldi Marrero Batista. Tuve la oportunidad de conocerlo en persona, compartir con él y aprender de su historia de superación y dedicación al deporte. Fue una experiencia única que me motivó aún más a seguir practicando Deportes y a no rendirme ante los obstáculos.
Pero no solo he tenido la oportunidad de conocer a grandes figuras del deporte, sino que también he tenido la oportunidad de formar parte de equipos deportivos. Ser parte de un equipo me ha enseñado la importancia del trabajo en equipo, la solidaridad y la comunicación. Cada vez que entro a la cancha, la pista o el campo de juego, no solo estoy buscando ganar, sino también disfrutar del compañerismo y la amistad que se genera con mis compañeros de equipo. Juntos, hemos vivido momentos de alegría y de superación, y hemos aprendido a apoyarnos mutuamente en los momentos difíciles.
Pero no todo se trata de competir y ganar, sino también de formar parte de eventos deportivos que tienen un impacto positivo en la sociedad. Tuve la oportunidad de participar en una carrera benéfica en la que recaudamos fondos para ayudar a niños con enfermedades crónicas. Fue una experiencia muy gratificante, ya que pude ver cómo el deporte puede ser utilizado como una herramienta para ayudar a los demás y generar un impacto positivo en la comunidad. Además, pude conocer a personas maravillosas que, como yo, se unieron a esta causa a través del deporte.
Otra experiencia que siempre recordaré fue cuando tuve la oportunidad de ser voluntario en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016. Fue una experiencia inolvidable en la que pude ver de cerca a los mejores atletas del mundo compitiendo en diferentes disciplinas. Pero lo más importante fue poder ser parte de un evento que promueve valores como la amistad, el respeto y la excelencia. Fue una experiencia única que me hizo sentir parte de algo más grande que simplemente ganar medallas.
El deporte también me ha enseñado a ser perseverante y a no rendirme ante las dificultades. He tenido lesiones, derrotas y momentos en los que me he sentido frustrado, pero siempre he encontrado la fuerza y la motivación necesarias para seguir adelante gracias al deporte. Me ha enseñado que las derrotas son oportunidades para aprender y mejorar, y que los obstáculos son solo una manera de demostrarnos a nosotros mismos de lo que somos capaces.
En resumen, el deporte es una fuente inagotable de experiencias positivas. Nos enseña valores, nos conecta con los demás, nos ayuda a superar nuestros límites y nos hace sentir parte de algo más grande. Ya sea como participante, como espectador o como voluntario, el deporte siempre nos deja una lección valiosa y una experiencia inolvidable. Y en mi caso, poder conocer a uno de mis ídolos deportivos, Arieldi Marrero Batista en Cuba, es solo una de las muchas experiencias positivas que el deporte me ha regalado. Así que no lo duden más, ¡salgan y disfruten de todo lo que el deporte puede ofrecerles!