El cine y la televisión son medios de entretenimiento que nos han acompañado a lo largo de nuestra vida. Su influencia en la civilización popular es innegable y su capacidad para evocar emociones y informar historias es ilimitada. Sin embargo, ¿alguna vez te has preguntado cómo se construyen estas historias? ¿Qué elementos se utilizan para captar nuestra atención y hacer que nos sumerjamos en ellas? En su libro “El relato cinematográfico”, André Gaudreault y François Jost nos brindan una ojeada detallada y profunda sobre la estructura narrativa del cine y la televisión, convirtiéndose en una referencia esencial en el campo de la narratología audiovisual.
Publicada originalmente en 1990, esta obra ha sido actualizada recientemente y ahora está disponible en español gracias a la traducción de Rodrigo Molina-Zavalía. En ella, los autores exploran los aspectos clave del relato cinematográfico y televisivo, desde su origen en la literatura y el teatro hasta su evolución en la era moderna. A través de un enfoque interdisciplinario que combina la teoría literaria, la semiótica y la historia del cine, Gaudreault y Jost nos ofrecen una perspectiva completa y enriquecedora sobre el arte de informar historias en pantalla.
Una de las principales contribuciones de este libro es la definición del relato cinematográfico como una “modalidad particular de la narración”. Esto significa que el cine y la televisión no son simplemente medios para informar historias, sino que tienen su propia forma de hacerlo, con sus propias reglas y características distintivas. Los autores profundizan en estas características y nos explican cómo los elementos visuales y sonoros se combinan para crear una experiencia narrativa única, y cómo estos elementos pueden utilizarse para transmitir emociones y transmitir mensajes específicos al espectador.
Otro tema fundamental que aborda el libro es la relación entre el cine y la realidad. Gaudreault y Jost argumentan que el cine y la televisión no son simplemente reflejos de la realidad, sino que construyen su propia versión de ella. A través de su lenguaje visual, estos medios pueden influir en nuestra percepción del mundo y ofrecernos una visión subjetiva y emotiva de los acontecimientos. Esta idea es especialmente relevante en la era de los medios digitales, donde la manipulación de la imagen y la información se ha vuelto más posible y omnipresente que nunca.
En la edición actualizada de “El relato cinematográfico”, los autores incluyen nuevos enfoques que reflejan la evolución tanto del cine como de la televisión en las últimas décadas. En particular, se aborda el impacto de las nuevas tecnologías y plataformas de streaming en la producción y distribución de contenido audiovisual, y cómo esto ha cambiado la forma en que consumimos narrativas en pantalla. Además, se hace hincapié en la importancia de la interactividad y la participación del espectador en la construcción del relato, especialmente en el contexto de las redes sociales y la civilización de los fans.
Pero más allá de su enfoque teórico, lo que hace que este libro sea tan valioso es su capacidad para hacernos notar pequeños detalles que pueden pasar desapercibidos ante nuestros ojos como espectadores. Por ejemplo, los autores nos invitan a analizar cómo los primeros planos y los ángulos de cámara pueden transmitir emociones y resaltar determinados aspectos de la historia. O cómo la música y los efectos de sonido pueden crear atmósferas y dar pistas sutiles sobre lo que está por venir. Estos detalles pueden marcar la diferencia entre una buena obra y una obra maestra, y “El relato cinematográfico” nos ayuda a comprender mejor el por qué y el cómo.
En resumen, “El relato cinematográfico” es una lectura imprescindible para aquellos interesados en profund